Fuentes de
contaminación naturales
Algunas fuentes de contaminación del agua son naturales. Por
ejemplo, el mercurio que se encuentra naturalmente en la corteza de la Tierra y
en los océanos genera contaminación de forma natural de estos. Algo similar pasa
con los hidrocarburos y con muchos otros productos.
Normalmente las fuentes de contaminación natural son muy
dispersas y no provocan concentraciones altas de polución, excepto en algunos
lugares muy concretos. La contaminación de origen humano, en cambio, se
concentra en zonas concretas y, para la mayor parte de los contaminantes, es
mucho más peligrosa que la natural.
Los factores naturales no pueden controlarse fácilmente y
pueden tener un impacto significativo sobre la calidad de una fuente de agua.
Los factores que se deben considerar son los siguientes: el clima, las
características de la cuenca, la geología, el crecimiento microbiológico y de
los nutrientes, los incendios, la intrusión salina y la estratificación
térmica.